28.6.12

ELECCIONES...

El comercio del voto

En vísperas de las elecciones la manipulación se centra en consumar la estafa. El pago en efectivo y la entrega de bienes de consumo a cambio del voto, la retención de la credencial de elector, la cooptación de funcionarios de casilla y representantes de los partidos son timos intrínsecos del folclor electorero. Estas argucias se montan en la miseria e ignorancia.
Señálenme una elección, una sola, en la que no se haya recurrido a las argucias señaladas. Es más, en la era del partido único, la compra de votos, los duendes, muertos e infantes que sufragaban, la imposición de funcionarios de casilla y la expulsión de representantes de partido eran moneda corriente.
Si siempre ha sido así, ¿por qué se asustan del plan Ágora?, Elba Esther Gordillo compra impunidad para no pagar por los crímenes y latrocinios que la persiguen; ¿ya olvidaron la estrategia Ave Azul del PAN?; ¿acaso no fue reconocido por Gordillo que operó el día de la elección contra su némesis, Madrazo Pintado, a favor de Calderón?
Esta elección no será la excepción. Sin embargo, es indispensable aclarar lo siguiente: si esas fullerías fueran efectivas, el partido que de más recursos económicos y humanos dispusiera, jamás perdería; y se pasa por alto un elemento fundamental: las personas no son tontas, aun las analfabetas. Y no de ahora sino desde siempre, reciben la dádiva, pero el voto no es por el partido que ingenuamente se los compró, o lo anulan. ¿Por qué se tuvo que recurrir al fraude en 1988 y en el 2006? ¿Por qué la urgencia de alejar a los votantes de las urnas con encuestas de escritorio y guerra sucia?
Hay un procedimiento simple y bastante conocido para desmantelar esas añagazas. De hecho los partidos políticos lo ponen en práctica en cada elección, porque como son transas, se cuidan entre sí: reventar los lugares donde se distribuyan bienes de consumo y se concentre a las personas para llevarlas a votar y verificar que el voto comprado es un voto contado.
Y ahora que legiones de ciudadanos y organizaciones se aprestan a evitar otro fraude, que debido a la timoratez y complicidad de las autoridades electorales se avizora en lontananza, pues deberían imitar a los partidos y formar grupos cazamapaches que localicen y revienten los lugares donde se fragüe cualquier maniobra que vulnere y altere el proceso electoral.
Ninguno de esos lugares puede ser secreto; si lo fuera sería inútil. Debe ser conocido por los que han sido convocados a ser marionetas de los tipos que se creen muy listos, por lo tanto, más de algún ciudadano contará a otro de la existencia del lugar y el motivo, y así sucesivamente.
Gustavo Monterrubio Alfaro

No hay comentarios: