La contaminación del aire en las grandes ciudades se manifiesta en forma de niebla espesa y sofocante conocida como “smog”, que proviene del inglés “smoke” o humo.
El smog es una mezcla de contaminantes atmosféricos, compuesta de ozono, de partículas, de monóxido de carbono, de óxidos de nitrógeno y de compuestos orgánicos volátiles. Es una masa de color amarillo amarronado que se halla presente en las grandes ciudades, pero que puede ser igualmente encontrada en altas concentraciones de smog en la periferia y en el campo, sobre todo causada por el viento.
El smog trae consecuencias en la salud humana:
- irrita los ojos, las vías respiratorias y las nasales
- provoca problemas respiratorios y cardiovasculares
- agrava las enfermedades cardíacas y pulmonares, como el asma
- daña las mucosas de los pulmones
- aumenta el riesgo de cáncer de pulmón y la muerte prematura
Las personas mayores, los niños, los asmáticos, las personas con enfermedades pulmonares y problemas cardíacos, los fumadores, las personas que hacen ejercicio físico en el exterior son más sensibles a los gases tóxicos contenidos en el smog.
Las emisiones contaminantes, como el smog, esparciadas en el aire por diversas actividades humanas tienen efectos muy nocivos para la salud. El dióxido de nitrógeno transporta compuestos tóxicos en las vías respiratorias; el ozono es un gas agresivo para las mucosas oculares y respiratorias.
El dióxido de azufre es un gas irritante que puede desencadenar un espasmo bronquial en los asmáticos y que puede alterar la función respiratoria de los niños, las partículas aumentan los riesgos de muerte debido a las afecciones de las vías respiratorias. La contaminación del aire en las grandes ciudades y en el interior es especialmente preocupante.
Definitivamente, el smog es uno de los principales causantes de contaminación en el medio ambiente.
Vía| vedura
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