4.4.10

Las aventuras de Reciclamán en Basuralandia

Hace mucho tiempo, en un país muy lejano llamado Basuralandia, la gente era muy sucia. Toda la basura que producían la tiraban a la calle: ¡era el país más sucio de la tierra!. Los niños, aprendían todo de los padres: los envoltorios de los caramelos los tiraban al suelo, los restos de comida los dejaban por la calle, etcétera.

Y los profesores, al ver que los niños tiraban los papeles por el suelo, no les decían nada, es decir, los profesores eran igual de sucios y descuidados que los padres. Bueno, para ellos ese era el país más lindo del mundo y no se arrepentían de sus condiciones de vida.

Había muchos incendios en ese lugar a causa de la contaminación. Las botellas de plástico, las bolsas, las latas, todo tirado por el suelo. Las aguas estaban contaminadas y los peces habían abandonado los ríos y pantanos.

De las fuentes manaba un agua pastosa de color marrón, que olía a demonios. En los bosques y prados ya nadie se cruzaba con animales, se habían ido porque no tenían que comer.

Hace años, habían colocado por las calles, una especie de contenedores y la gente se preguntaba para que servían aquellos trastos. Meses después, llegó la primavera. ¡Era muy extraño!, en los bosques empezaban a salir pequeñas plantas y arbolitos de color verde, la gente casi no se acordaba de lo que eran esas cositas, y por miedo, crearon una asociación de exterminadores, que se dedicaron a arrancar todas esas cositas verdes que aparecían sin cesar por los campos.

Pronto ya no quedó ni una sola planta. Para ellos el mundo volvía a estar en su sitio, la basura estaba donde tenía que estar, los bosques seguían churruscados...

Hasta que, un día llego la noticia de la situación a un país en la otra punta del mundo. Aquel país se llamaba: Reciclalandia. En él, todo el mundo era ecológico.

Sus habitantes tiraban la basura al contenedor que correspondía; tenían las calles limpias porque había un grupo de gente que se encargaba de limpiarlas todos los días; en los bosques no se encontraba ni un papel.

En aquél país vivía un super héroe llamado: ¡Reciclamán!. Se enteró de las condiciones de Basuralandia y fue en su ayuda. Cuando llegó al país, confirmó una reunión en la plaza del ayuntamiento: les explicó lo importante que era el reciclaje, y les ayudó a reciclar. Tardaron semanas, pero mereció la pena.

Al final todo el país quedó limpio. Las plantas crecían por todas partes. Los animales volvieron a los bosques. Se podía beber el agua de las fuentes porque estaba limpia y cristalina, y los niños podían ya bañarse en los ríos y lagos. La gente se dio cuenta de la belleza que tenían a su alrededor y... FIN.

Penélope Suárez Ballesteros

Colegio Bilingüe Divina Pastora. 5º B.

No hay comentarios: