6.6.09

Pobreza, derechos humanos y crisis ambiental

JORGE ROCHA

Frente al edificante y magnífico nivel de las campañas electorales, en estos días la Zona Metropolitana de Guadalajara fue escenario de dos eventos de enorme importancia para los movimientos sociales y la sociedad civil organizada. Por un lado, el pasado fin de semana se realizó la cuarta Asamblea Nacional de Afectados Ambientales en el municipio de El Salto, donde más de 250 delegados de 119 comunidades de todo el país se reunieron a compartir y analizar los graves problemas que los aquejan. Por otro lado, a media semana, Amnistía Internacional México presentó su Informe Mundial Anual 2009, que tiene un apartado dedicado a México.

En lo referente al primer evento, llaman poderosamente la atención varios de los planteamientos vertidos en la Asamblea de Afectados Ambientales; en primer lugar se reitera que el capitalismo global requiere cada vez más de apropiarse y explotar los recursos naturales de muchas comunidades para mantener sus ritmos y niveles de acumulación. El control por el agua, los bosques y las tierras fértiles se ha convertido en uno de los escenarios de conflicto y resistencia entre los intereses del capital y los habitantes de distintas comunidades, que sin “deberla ni temerla” se ven expuestos a estas amenazas. El pecado de estos lugares es contar con recursos de la naturaleza que son necesarios para la producción y consumo capitalista. Muchos de ellos ahora se encuentran en resistencia frente a estos embates externos.

Otro asunto que genera una alta preocupación es que el Estado y sus instituciones están claramente sirviendo a los intereses de las grandes empresas y están realizando actividades de acoso, hostigamiento y represión sobre aquellos que se resisten ante las pretensiones del capital. En teoría, el Estado debería ser el garante de la ley y tendría que actuar bajo los principios de justicia y equidad. No es así. La parcialidad de sus acciones nos muestra que en este país la aplicación de la ley se ajusta de acuerdo con las necesidades de las clases dominantes y la clase política responde privilegiadamente a las peticiones y demandas de los grandes empresarios. Lamentablemente esta tendencia se consolida y será fuente de innumerables conflictos sociales.

En la resistencia la creatividad aparece y una novedosa e interesante acción que las personas reunidas en El Salto acordaron fue la creación del semáforo de la resistencia ambiental. Se pretende generar un mapa de los conflictos ambientales desde la perspectiva y necesidades de la gente. En rojo estarán las comunidades donde existe degradación ambiental sumada a acciones de represión y hostigamiento gubernamental contra las personas que buscan organizarse y responder a sus problemas. En amarillo estarán las localidades donde hay riesgos de contaminación ambiental, y en verde, las experiencias comunitarias que hayan logrado avances en el cuidado de su medio ambiente.

Los frutos de esta asamblea han propiciado un espacio de diálogo y unificación de luchas desde los de abajo, con una mirada crítica al capitalismo y generando estrategias novedosas para construir algo diferente. Ellos ya saben que la clase política toda está muy lejos de sus problemas, incluyendo a aquellos que se dicen ciudadanos. Han decidido organizarse desde la autonomía.

El otro hecho de particular relevancia que tuvo verificativo en la ciudad fue la presentación del Informe Anual 2009 de Amnistía Internacional. Alberto Herrera y Kathia Torres, de Amnistía, y Francisco Macías, del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo, fueron los encargados de dar a conocer el estado de los derechos humanos en México desde la mirada de esta organización civil internacional. La Casa ITESO-Clavigero fue el lugar de la presentación. El párrafo introductorio al apartado de nuestro país es contundente y lo cito a la letra: “Las graves violaciones de derechos humanos cometidas por miembros de las Fuerzas Armadas y de la policía incluían homicidios ilegítimos, uso excesivo de la fuerza, torturas y detenciones arbitrarias. Varios periodistas fueron asesinados. Se sometió a defensores de los derechos humanos a amenazas, cargos penales falsos y procedimientos judiciales injustos. Se hostigó a personas que protestaban contra proyectos de desarrollo económico. La Suprema Corte de Justicia rechazó las impugnaciones constitucionales de la ley despenalizadora del aborto promulgada en la ciudad de México. Se acometieron algunas reformas del sistema de justicia penal. La violencia contra las mujeres seguía siendo un fenómeno generalizado”.

Una de las novedades del informe de este año es que Amnistía Internacional retoma el tema de la pobreza y la desigualdad. Era tradición que este organismo centrara sus acciones en la defensa de derechos civiles y políticos, pero este año, frente a la crisis del capitalismo global, amplió su perspectiva e incorpora un nuevo discurso y para ello lanzó una ingeniosa campaña que lleva por lema “Exige Dignidad”. En la parte final del prólogo de Irene Khan, que es la responsable a nivel mundial de esta organización, se lee una frase que sintetiza esta nueva postura: “Hace casi 50 años, Amnistía Internacional nació para pedir la liberación de los presos de conciencia. Hoy ‘exigimos dignidad’ también para los presos de la pobreza, para que puedan cambiar sus vidas”.

En estos dos eventos hay tres coincidencias que es necesario recuperar, la primera es que ambas dan cuenta de los terribles y profundos efectos del capitalismo global y sus dinámicas de acumulación, la pobreza generalizada y la crisis ambiental son dos de los saldos más graves de este modelo de sociedad, y cada uno desde su visión muestra cómo el sistema sociopolítico y económico vigente es insostenible. La segunda coincidencia es que la respuesta del Estado ante esta crisis multidimensional es perseguir, acosar, hostigar y criminalizar a aquellos que protestan y se resisten. La tercera coincidencia es que frente a la crisis que vivimos, la sociedad se organiza, resiste y desde la creatividad trata de responder ante este contexto, innovando formas y estrategias. Hay descomposición social, pero también respuestas desde la autonomía.

jerqmex@hotmail.com

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