21.6.09

JUCIO CONTRA LOS CERDOS

Los cerdos de granjas Carroll pueden haber desencadenado la gripe-a
Juicio contra los chanchos causantes de la pandemia

Agencia Revista Proceso


Absuelta por el gobierno mexicano, la empresa porcina Granjas Carroll (GCM) y su copropietaria, la estadounidense Smithfield Foods, se enfrentan a la amenaza de que una corte de Estados Unidos ordene una investigación en su contra por su posible papel como detonante en la aparición de la influenza humana, que en principio fue catalogada como fiebre porcina.

Steven Trunnell, un paramédico cuya esposa, Judy Domínguez Trunnell, fue la segunda víctima mortal por causa de la influenza A/H1N1 en Estados Unidos, presentó una demanda para que una corte de ese país ordene una investigación exhaustiva sobre ambas corporaciones.

Domínguez Trunnell, una maestra de educación especial de 33 años de edad que estaba embarazada, acudió el 19 de abril a un hospital con un cuadro característico de influenza y falleció el 5 de mayo. Su segunda hija nació mediante cesárea.

En el expediente entregado el 11 de mayo ante la Corte del Distrito de Cameron, marcado con la clave 2009-05-003057-E y al cual Apro tuvo acceso, Trunnell alega que es “posible que el surgimiento y diseminación de esta cepa letal de la influenza pudieron haber sido causados, en parte, por las horripilantes condiciones insalubres que la empresa conscientemente permite que ocurran en México, en relación con la operación de las granjas porcícolas”. “Nuestra esperanza es probar que esta nueva cepa se originó en las granjas porcícolas en La Gloria”, dijo a Apro en entrevista telefónica Marc Rosenthal, apoderado de Trunnell y miembro fundador del despacho tejano Rosenthal Watson, una firma fundada en 1990 que tiene oficinas en las localidades tejanas de Austin, San Antonio, Brownsville, Waco y El Paso.

El acusador pretende que la corte ordene la toma de declaraciones a funcionarios públicos y empleados de Smithfield mediante un esquema ordenado y bajo control judicial que lleven a una investigación más profunda de esa empresa, la porcícola más grande del mundo con operaciones en 26 de los 51 estados de Estados Unidos y en nueve países.

El expediente ya está en manos del juez Leonel Alejandro, de la Corte Distrital del Condado de Cameron (Texas). Ahora, los abogados de Smithfield deben responder a los alegatos y el juez debe convocar a una primera audiencia, que tendría lugar en julio para determinar si procede la investigación.

El caso ha sumado a una nueva querellante, Eulalia Garnica, madre del maestro de la localidad de Corpus Christi, Carlos Garnica, quien murió el 6 de mayo, a los 33 años de edad, también por causa de influenza A/H1N1.

De proceder la pesquisa, sería la primera vez en que una compañía es responsabilizada directamente por el brote de una enfermedad infecciosa. En Estados Unidos han muerto, hasta el momento, 27 personas a causa de la epidemia.

El expediente cita un monto por daños y perjuicios, y otras reparaciones que no superan los mil millones de dólares. “Parece una cifra descomunal, pero sólo quiere mandar el mensaje de un castigo por un mal acto cometido”, justificó el abogado.

La Secretaría de Agricultura de México tomó 370 muestras de moco de cerdo el 30 de abril en GCM, en las cuales se basó para afirmar que el animal no es la fuente transmisora, argumento repetido por última vez el 14 de mayo. La transnacional insistió en que “no se ha hallado ninguna evidencia que vincule la nueva cepa del virus de la influenza H1N1 con las operaciones porcícolas de Granjas Carroll de México. El virus no ha sido encontrado en la población porcina de Granjas Carroll y ninguno de sus empleados ha contraído el virus”.

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