20.2.09

UNA ALTERNATIVA VIABLE

Ecosocialismo: una alternativa viable

Aunque nos quieran hacer creer que no existen alternativas viables al neoliberalismo que somete a hombres, mujeres, animales, plantas y casi todos los seres vivos que habitan este planeta, existe un gran universo de alternativas posibles, dentro de las cuales se destaca el ecosocialismo.
La crisis ambiental y el deterioro social están profundamente interrelacionados y deben ser vistos como manifestaciones distintas del mismo sistema. En términos generales, son el resultado de la actividad industrial derivada del consumismo al que es prácticamente obligado el ser humano desde las multinacionales, cuyo principal objetivo es la maximización de sus ganancias económicas, y cuyos costos ambientales han desbordado la capacidad de la Tierra para absorber la presión sobre los recursos naturales y su consiguiente generación de deshechos. Ante el apocalíptico desenlace que nos tiene preparado el sistema económico-político que tiene prisionero al planeta, es imperativo encontrar alternativas. El mayor reto al que nos enfrentamos en este sentido es organizar a todos los sectores de la sociedad, en pos de un objetivo común. Es importante entonces dar consistencia organizativa a todos los sectores de la sociedad que esperan otra cosa diferente de lo que se ve en la realidad actual, desde agricultores que sueñan con trabajar su propia tierra a jóvenes interesados en la preservación del medio ambiente.
El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipadores del socialismo de la primera época y rechaza tanto las metas reformistas -atenuadas- de la socialdemocracia, como las estructuras productivistas de las variantes burocráticas del socialismo. En cambio, insiste en redefinir tanto la vía como el objetivo de la producción socialista en un marco de referencia ecológico.
La generalización de la producción ecológica bajo condiciones socialistas puede proporcionar la base para superar la crisis actual. Se trata básicamente de sumar a los preceptos económicos que manejaba el socialismo de la primera época, los nuevos paradigmas que se nos presentan a nivel ambiental.
No hay dudas de que debemos redistribuir la riqueza generada de una forma mas equitativa que la amoralidad actual que nos presenta el neoliberalismo, con unos pocos hipermillonarios y miles de millones de hambrientos. Pero además debemos tener en cuenta que la generación de esa riqueza debe producirse con el mínimo impacto ambiental posible para un planeta que se encuentra en una crisis terminal en cuanto a sus recursos naturales.
El proyecto de una sociedad ecosocialista alternativa al neoliberalismo no es un proyecto político que se iniciará si en las próximas elecciones votamos a un partido determinado. Es importante a quién votemos pero eso sólo no va a hacer que cambie el sistema. Somos todos nosotros quienes debemos cambiar y cambiarlo. El ecosocialismo es un proyecto que para ser posible, necesita de la concientización y la práctica diaria de nuevos preceptos de conducta de cada uno de nosotros. El ecosocialismo es un sueño, una utopía que si decidimos perseguir se convertirá en una alternativa cada vez mas tangible, para salir de esta trampa mortal que nos hemos tendido a nosotros mismos y que de otra forma acabará con la vida en el planeta, tal como la conocemos hasta ahora.
Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega de esta publicación.
Ricardo Natalichio

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