En La Azucena, hasta la esperanza murió

Cambió el nombre del fraccionamiento, pero las condiciones insalubres siguen.

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Mié, 11/02/2009 - 05:49

Vecinos de La Azucena anunciaron que se manifestarán para exigir deslindar responsabilidades por entorno contaminado.

Guadalajara.- No quedó rastro de una de las colonias más envenenadas de El Salto. Las diez mil y pico casas de La Azucena y Bonito Jalisco se esfumaron del mapa catastral de un plumazo. En su lugar: el mismo valle de huevo podrido. La misma miseria económica, más la crisis que se acumula. Los mismos niños —menos uno—. Las mismas diez mil o 20 mil casuchas de 28 metros cuadrados —más otras decenas recién construidas—, pero un nombre diferente. Ahora el fraccionamiento se llama Los Tréboles.

En Los Tréboles, a unos metros del río Santiago, vivió hasta hace poco más de un año Miguel Ángel López Rocha. Tenía ocho años de edad cuando murió intoxicado con arsénico, tras una larga agonía en una sala de terapia intensiva. Miguel Ángel estuvo en contacto con el caudal unas horas antes de caer en un hospital público como mosca rociada con insecticida.

Unos meses después de su muerte, en el temporal de lluvias, varias calles de La Azucena o Bonito Jalisco —Los Tréboles— se inundaron con el agua de mierda humana, bovina, porcina y aviar y desechos industriales del Santiago.

Pero la mercadotecnia es la reina en las cercanías del río.

Las últimas casas del fraccionamiento rebautizado están cada vez más cerca del agua del torrente, en estos días reseco pero hediondo.

Desde la entrada de la carretera a El Salto, Los Tréboles se anuncia como el hábitat ideal. En los carteles publicitarios, de color verde, sonríen confortados, ¡por fin tenemos un patrimonio!, una madre, un padre, una hija y un hijo. La calle más cercana antes del río Santiago también es nueva: se llama Madre Selva, igual que un café orgánico.

Varias calles antes, en la oficina de ventas, la inmobiliaria HIR presume un área con juegos infantiles. Basta adentrarse tres calles en Los Tréboles para saber que los únicos juegos infantiles que existen a la redonda son los de la oficina de ventas y el río Santiago.

“En lo demás todo sigue igual aquí: de la chingada”, reniega un vecino de la favela. En el último año ha perdido a tres hamster de muerte súbita y la amargura ha ganado terreno en lo ancho de su alma.

“No va a pasar nada. Los constructores tienen feria y los del gobierno quieren feria. ¿En qué momento pensamos que las cosas iban a cambiar, que nos iban a reubicar? ¡Pura madre!”.

Igual que el ácido sulfhídrico que despide el Santiago, la desesperanza se instaló en los pulmones de los habitantes de La Azuc… de Los Tréboles.

“Queríamos tener casa propia y nos salió peor el asunto”, comenta lacónica María Concepción López Ruiz: ama de casa, madre de seis y deudora a 30 años de una casa en la calle Chicozapotes. “Cuando murió Miguel, teníamos esperanzas. Está gacho, pero fue así. Vino gente de Protección Civil. Vino gente del gobierno. Grupos del no gobierno… Nos dijeron que nos organizáramos, que nos van a reubicar. Nos organizamos, pasaron seis meses, fuimos a juntas y juntas. Seguimos donde mismo. De que ha cambiado, no ha cambiado nada. Nomás que ahora ya no viene nadie”.

Su vecina, María Isabel, la secunda: “La gente de Guadalajara nos dice que por qué seguimos aquí. Yo creo que todos contestamos: ‘¿Y para dónde jalamos?’. Estamos endeudados, con la muerte. Me dicen: ‘Vende tamales para que ahorres y te puedas ir’. Y a quién le voy a vender. Si nomás llegan las parvadas de zancudos y todos se esconden”.

Basta ver las caras de la gente a mediodía para saber qué feo se vive en Bonito Jalisco o en Los Tréboles, donde nadie ha encontrado el de cuatro pétalos.

En la colonia hedionda y hacinada, hasta la esperanza que ocasionó la muerte de un niño de ocho años acabó por diluirse en el aire hediondo que exhala el río Santiago.

El viernes, protesta en nombre de Miguel Ángel

El caso del niño Miguel Ángel López Rocha motivará una nueva marcha de protesta protagonizada por vecinos de El Salto, que, este viernes 13, irán hacia Palacio de Gobierno con motivo del primer aniversario de la muerte del niño.

El Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto tomó ayer la figura de Miguel Ángel como un símbolo de otras muertes en El Salto causadas por la contaminación del río Santiago: cientos de casos de cáncer presuntamente relacionados con el río Santiago, según ha denunciado el presidente de la asociación, Raúl Muñoz Delgadillo.

Su madre, Carmen Rocha Mendoza, lamentó que, a un año de la muerte de Miguel Ángel las autoridades no han respondido a sus demandas: “Hagan algo, que no se quede todo en silencio, porque lo de mi hijo no se ha olvidado, a nadie creo que se le ha olvidado, a nadie de La Azucena se le ha olvidado, porque ahí todavía estamos viviendo todo”.

Las principales exigencias que harán llegar al Congreso del Estado, informaron ayer en rueda de prensa, serán la indemnización de la muerte del niño, el saneamiento del río y la reubicación de los habitantes de fraccionamientos cercanos a éste antes de la próxima temporada de lluvias, como La Azucena, lugar que fue evacuado tras las inundaciones de 2008 y que ocasionó un brote de enfermedades gastrointestinales y de la piel tras la exposición de la gente a las aguas negras.

Otras demandas serán que se investigue y se finquen responsabilidades de las muertes presuntamente ocasionadas por la contaminación del Santiago, las cuales adjudicaron al gobernador Emilio González Márquez; al director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo; al de la estatal (CEA), César Coll Carabias; al secretario de Salud, Alfonso Gutiérrez Carranza; al alcalde de El Salto, Joel González, y a los empresarios de este municipio, entre otros. Según el comité, todos están relacionados con la contaminación y las muertes.

Raúl Muñoz vaticinó además que para este año regresarán las inundaciones y que volverán a salir a las calles a protestar.

Este viernes, la salida desde La Azucena será a las 10:00 am; en Guadalajara saldrá a las 11:00 am del jardín de San Francisco (Revolución y Corona), para llegar cerca de las 12:00 horas al Palacio de Gobierno. (Guadalajara. Sergio Blanco)